John Ward leía los informes de bajas en su holoproyector desde su cama
del hospital mientras esperaba que llegara su habitual hora del paseo.
La
lista de mechs destruidos era enorme, la mitad de su nucleo estaba
fuera de combate, solo con el buen trabajo de sus técnicos podría
recuperar un número aceptable de mechs, aun así tendría un 25% de mechs
completamente perdidos. En omnicazas las bajas era más ligeras, sus
fuerzas aereas apenas habían visto combates. Pero sin duda rama más
dañada era la infantería, la mitad de las armaduras de combate estaban
destruidas.
La siguiente lista era peor, relación de KIA y WIA,
le resultó ironico ser el primero de la lista: Coronel Estelar John
Ward, herido en combate, o lo que era lo mismo, su Ice Ferret recibió la
embestida de un tanque de la Comguardia que le dejó atrapada una pierna
en un desfiladero y mientras derribaba a un Wivern de Comstar varias
salvas de artillería redujeron su mech a chatarra.
El resto de
la relación le dolía más que sus propias heridas, 19% de MW muertos, 3%
en aeropilotos y 37% en elementales, unos porcentajes muy altos
comparados con otras unidades del clan, pero claro, eran unidades más
pesadas y habían efectuado guerra de movimientos, no desalojaron de
posiciones defensivas a una unidad de Comstar que les triplicaba en
número y tonelaje. Pensó si todas esas bajas eran un pago justo por su
clan para alcanzar la victoria, solo los Lobos se habían mostrado
claramente superiores a Comstar, los Osos obtuvieron una victoria
marginal y los Halcones salvaron el honor con un semiempate que al final
cuenta como derrota, el resto había sido batidos, los clanes había sido
derrotados por Comstar.
Siguió leyendo el informe, varios
oficiales con nombre de sangre habían perecido en Tukayyid por lo que
tendría que organizar competiciones por los puestos y apadrinar a sus
favoritos para ganar sus nombres de sangre. Vio uno de los nombres,
James Vickers, compañero suyo desde que ascendió a MW, dos mechs pesados
de Comstar le atraparon en un bosque y una ráfaga de misiles destruyó
la cabina, tambien había libre un Ward, con Vlad recien derrotado en su
competición de nombre de sangre y Conal Ward caido en desgracia ese
puesto dentro de la casa Ward seguro que iba a parar a otro guardian y
él tenía un par de candidaos en mente.
De repente otro mensaje
irrumpió en su pantalla, mechs de refuerzo para completar sus filas,
modelos habituales del clan y algunos nuevos incluso rescatados de otros
clanes derrotados en Tukayyid.
Tenía mucho trabajo que hacer y necesitaba salir ya del hospital
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